Los alimentos comprados deben saber tan frescos como los hechos en casa. Muchos productos convencionales de los supermercados están esterilizados por calor y pueden conservarse durante años. Por ello, un puré puede tener más años que el niño que lo come. Con yamo, los productos pueden conservarse en el frigorífico algunas semanas, porque utilizamos alta presión (HPP) en lugar de la esterilización térmica tradicional. Al mismo tiempo, saben tan frescos y deliciosos como si estuvieran recién preparados.
La práctica habitual es que todos los productos de yamo sean 100% ecológicos y no contengan azúcares añadidos, azúcares ocultos ni concentrados.
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