¿No crees que los potitos que venden en el supermercado deberían saber como las recetas hechas en casa? Nosotros creemos que sí. Los productos convencionales suelen estar esterilizados por calor y, por tanto, tienen una vida útil de años. Esto significa que algunos de estos productos pueden ser más viejos que el niño que los come.
Sin embargo, en yamo utilizamos alta presión (HPP). De este modo, nuestros productos pueden conservarse en el frigorífico algunas semanas. Y saben tan frescos y deliciosos como si estuvieran recién preparados.
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